domingo, 12 de julio de 2015

Time waits for no one

Esta semana me he sentido viejuno, viejuno.

Después de dos noches de dormir muy poco por tener a uno de los peques enfermo, el jueves estaba tan cansado que se me quitaron las ganas de ir a ver a The Troopers y Riff Raff (bandas de versiones de Iron Maiden y AC/DC, respectivamente), que tocaban bastante cerca de casa, al aire libre y de noche. Mi intención inicial era que fuéramos todos (los menores de 12 años no pagaban entrada), pero, como he dicho, el sueño pudo conmigo. Mirad, ahí está el Germán haciendo de Bruce Dickinson, aunque la casaca roja le está un poco amplia.


Para más inri, tengo a un par de colegas (puede que más), que han ido este fin de semana al festival Acordes de Rock, y yo mientras en casita, que mi mujer trabaja el fin de semana. Tampoco me hubiera importado irme a Barcelona al Be Prog! My Friend, la verdad.

Además, se cumplen 12 años (¡12 años!) del MetalMania de Villarrobledo, que fue un festival por todo lo alto (también en temperaturas, no solo en cartel). De aquella época en la que iba a festivales con mi Yoli.

Pues eso, entre cómo pasa el tiempo y los eventos que me pierdo, me siento viejo.

Este otoño prometo resarcirme y rejuvenecer un poco, que Sevilla va a estar calentita:

02/10/2015: Orphaned Land (en acústico) + Mollust
17/10/2015: Ensiferum + Wind Rose, este me pilla de guardia, tengo que cambiarla como sea.
25/10/2015: Stratovarius
16/11/2015: Michael Schenker's Temple Of Rock
18/11/2015: Gamma Ray + Serious Black

A estos 5 tengo la firme voluntad de ir. Pero hay más (Gun el 29/10, Danko Jones el 2/12, The Other Side, tributo a Pink Floyd, el 23/10...).

Bueno, pues os dejo con el tema de Rage que da título al post de hoy.



Salud y caña de lomo
AP

martes, 16 de junio de 2015

Mi nombre es Legión

"Mi nombre es Legión, porque somos muchos", contestó el endemoniado de Gadara a Jesús de Nazaret cuando éste le preguntó cómo se llamaba, después de haberle dicho "Espíritu inmundo, sal de este hombre". Los demonios le pidieron que, ya que los iba a echar del cuerpo que habitaban, les permitiera entrar en los cerdos que formaban una enorme piara que había por allí. Él les concedió su deseo, y después los cerdos, que parece ser que eran unos 2000, se arrojaron al mar desde un precipicio. Los propietarios de los cerdos tenían que estar contentos...

Pasaban cosas muy raras en aquella época.

A mí me han llamado de tantas maneras a lo largo de mi vida que es raro que no me haya vuelto majara como el de Gadara y que todavía sepa más o menos quién soy y no vaya por ahí diciendo (en serio) "mi nombre es Legión, porque somos muchos".

Cuando estaba en el colegio, dado que había más de un Antonio en la clase, a mí me llamaban por el apellido: Pulido. Recuerdo que de pequeño era canijillo, pero con 11 ó 12 años (en 6º de EGB, más o menos) me puse bastante gordo y por aquella época había un anuncio de las bolitas al queso de Cheetos en el que salía un ratoncillo muy orondo disfrazado de mosquetero, llamado "el Bolitas". Adivinad mi primer mote. ¡Bien! Era fácil, he dado muchas pistas.

Mirad, el anuncio está por ahí en Youtube:



No sé si fue entonces o antes cuando a las niñas de la clase les dio por llamarme "Puli-Polo". Aún no sé si lo de "polo" era por mi carácter frío como el hielo o porque quisieran darme un lametón. Imagino que no tardaré en averiguarlo.

La cosa no quedó ahí, desde luego. Un día en clase de lengua estábamos hablando de las palabras polisémicas, y el profe, D. Eduardo, puso como ejemplo "mono". Un amigo, el Treche, muy aficionado a buscar en el Iter Sopena cualquier palabra que se dijera en clase, y muy mamón, por cierto, leyó una de las acepciones: "mono: pulido, gracioso", creo que decía. Y claro, el descojone de la clase fue general,y el mote de "Mono" se añadió a mi lista. El tema se agravó cuando llegó a conocimiento público que una chica de la otra clase, conocida como "la Mona" o "la China" andaba tras de mí, con lo cual comenzó a confundirse el verdadero origen del apodo "Mono" y se sumó el de "Chino" a la colección.



Después la cosa se descontroló bastante y hubo quien tuvo que hacer una lista para llevar un seguimiento de la ingente cantidad de motes que me iban asignando. La mayoría de ellos no eran tales motes, pues nadie los usaba: parecían existir sólo para engrosar la ristra interminable. De todos esos apodos únicamente recuerdo el de "69", que no era por nada relacionado con el sexo oral, sino por una imagen de "La Resurrección de Lázaro" de Juan de Flandes que aparecía en la página 69 del libro de religión y que alguien con muy poca vista o muy mala uva quiso comparar conmigo.



Pero que nadie se preocupe, que no es que fueran a por mí ni me tuvieran "enfilao"; es que allí todo el mundo tenía uno o varios apodos: teníamos al "Vaca" o "Bakunin", al "Rana", al "Sapo", al "Loco", al "Tragabolas", al "Chirimoya", al "Hormiga"...

Terminó la EGB y comenzó el BUP. La gordura quedó reducida a la barriga y poco más. Los viejos motes fueron sustituidos por otros nuevos. En 1º de BUP debía de ser el único heavy de la clase, y aunque aún no había desarrollado al 100% la estética de "heavy de libro" que empecé a tener un par de años más tarde, el mote de "Heavy" no se hizo esperar. Se añadieron a él el del "Anthrax", por una carpeta que llevaba forrada con fotos y carátulas de los míticos thrashers neoyorquinos, y el de "Tankard", por la vara que dí con lo de "El 5 de diciembre, Tankard en Cádiz, en el cine Brunete". Fue mi primer concierto, como ya he dicho en alguna otra entrada. Eso ya era en 3º de BUP y ya había más heavies por allí, así que el genérico "Heavy" no era lo más adecado. Y hablando de todo un poco, por aquella época me compré la sudadera del "Hair Of The Dog" de Tankard, y todavía la conservo y la uso, veintitantos años después. CALIDAD.


Entre 3º y COU comencé a trabajar en verano con mi padre en un bar que teníamos en la playa. Bueno, esto se extendió a todos los veranos mientras estuve cursando mis estudios en la Universidad. El caso es que se trabajaba de noche, sirviendo cerveza, copas, hamburguesas, boquerones en vinagre, etc. Algunos clientes comenzaron a llamarme "Micael" o "Miki", por un supuesto parecido con el loco ese que decía que iban a venir no sé cuántas naves de Ganímedes y Raticulín. El parecido sería que ambos llevábamos pelo largo, porque el resto no me lo explico. Era un apodo estacional, sólo se empleaba en verano. Menos mal, porque maldita la gracia que me hacía. Pero ahí queda el mote, para engrosar mi legado.



Al llegar a la Universidad, en otra ciudad, con gente nueva alrededor y no siendo el único melenudo de por allí (aunque quizá sí el único con pantalones elásticos), descubrí que era posible que gente que no fuera de mi familia me llamara por mi nombre, aunque tampoco era infrecuente el uso del apellido. No duró mucho, desde luego. No sé si estaba en primero o en segundo cuando, por obra y gracia del Sr. Ferrín, toda su familia (sus padres, él y sus 4 hermanos) me llamaba "Pul", que es, de lejos, el apodo más abreviado que he tenido jamás.

Pero no fue ese el seudónimo que superó a todos los demás en uso y abuso. El alias de "Puli" no se hizo esperar. Fue el amigo Ismael, procedente de Río Tinto, quien hizo notar que cierto personaje de su pueblo se apellidaba Pulido y era conocido como "el Puli". Así que, con la magia de un CTRL-C CTRL-V, ahí estaba mi nuevo sobrenombre. Convivió durante un tiempo con el de "Peludo" o "Señor Peludo", pero acabó por imponerse.

Cuando comencé en mi segundo trabajo los compañeros me llamaban Antonio, pero un buen día contrataron a Josefo, hermano de Ismael, y el alias de "el Puli" se extendió como la pólvora. Bueno, a él lo llamamos "el Pollas": Lo suyo es peor.

Y aquí estamos, en un presente en el que hay tres tipos de personas: los que me llaman Antonio, los que me llaman Puli y los que me llaman Antonio. Y diréis: "Eso son sólo dos tipos". Pues no, son tres: Los primeros son los que no me conocen de nada; los segundos son gente que tiene confianza conmigo, o cree que la tiene; y el tercer grupo está compuesto por la familia y la gente más cercana (bueno, hay gente muy cercana que me llama Puli o Pulido, tampoco vamos a generalizar tanto). Es un hecho curioso, ¿no?

¿Que a qué viene todo esto? Pues veréis, el pasado sábado fue mi santo y el lunes, siguiendo la costumbre, llevé una caja de bombones al trabajo. Avisé del hecho por mail, que yo eso de levantarme e ir mesa por mesa no lo practico. Una compañera, María, contestó algo así como "¡Hala, es verdad! Olvidé felicitarte el sábado porque en la agenda del móvil te tengo como Puli y no como Antonio". Le dije que Antonio era mucho más cercano. Repuso que no, que "Antonios hay muchos, pero Puli sólo hay uno". Rebatí su argumento explicándole que "Mi jefe me llama Puli y mi mujer me llama Antonio". A ver qué es más cercano, ¿no? Parece que se quedó convencida con esa explicación. Aparte, la unicidad del Puli no es tal: en mi casa somos 4 Pulis y Puli también hay uno en los Cantajuegos y otro que juega (o jugaba) en el San Fernando.

Total, que he hecho un narcisista ejercicio de introspección y memoria histórica, y esta entrada es el resultado. Muchas gracias a quienes hayáis llegado hasta el final. Espero que lo hayáis disfrutado y que no se os ocurra emplear ninguno de los apelativos en desuso para invocarme. Los actuales están muy bien.

De regalo, y para cerrar el círculo, un tema de Siniestro Total llamado "Mi Nombre es Legión", extraído de la BSO de "El Día de la Bestia", CD que me regalaron en cierta ocasión (al cumplir 21 años, hace casi media vida) y cuyo origen es algo oscuro, pero esa es otra historia.



Salud y bolitas al queso
AP

miércoles, 8 de abril de 2015

LIBROS: Homeless (Leyendas de la Injusticia Social), de J.L. Ruffo

Si no me equivoco, esta es la primera crítica literaria (por llamarla de alguna manera) que hago en este blog. He escogido para ello este libro, "Homeless (Leyendas de la Injusticia Social)" del autor gaditano José Luis Ruffo, por varias razones: me lo he terminado de leer recientemente, así que lo tengo fresco en la memoria; la temática es muy actual; la forma de presentarla me resulta bastante original; y, finalmente, el autor es amigo mío.

Como bien dice el propio autor en el prólogo de su libro, es difícil encuadrar éste en un género u estilo concreto ya que, si bien es cierto que la novela está impregnada por la dura realidad de la crisis, las injusticias, la culpa o las adicciones, también bebe en las fuentes de la fantasía, lo sobrenatural y lo mitológico; y todo ello bajo un "prisma cinematográfico" que le viene al pelo al autor, gran cinéfilo, desarrollándose como una serie de escenas de una película en la que las distintas piezas van encajando hasta conformar un puzzle, un mosaico de personajes secundarios que sustentan el camino que sigue el protagonista.

El libro se divide en tres "testamentos" (Homeless, Abrahel y Redención), y estos a su vez en varios "eventos", que a su vez se subdividen en algo así como moléculas de literatura, podríamos decir, que a veces toman la forma de pequeños relatos, otras de noticias de la prensa escrita, o de epístolas escritas por los personajes, y que, junto con un lenguaje ágil, le dan a la historia mucho dinamismo, convirtiendo a Homeless en una de esas obras que enganchan, uno de esos libros que no podemos parar de leer hasta llegar al final.

Pero no sólo hay que hablar de la forma, sino también del fondo de la historia. Como hemos dicho, la cara más cruda de la realidad que vivimos se hace patente a lo largo del libro, todas esas noticias sobre corrupción, paro, crisis, desahucios, pobreza, suicidios, trata de blancas, precariedad laboral, inmigración ilegal, maltrato, drogodependencias.... toman forma en los personajes de la novela, con los que al lector no le queda más remedio que empatizar. abriéndonos los ojos a realidades que están ahí pero que no vemos, o no queremos ver.

La foto en Flickr aquí.

J.L. Ruffo es licenciado en Psicología por la Universidad de Sevilla, experto universitario en Criminología por la misma universidad, y postgrado en Neuropsicología por la Universidad de Barcelona, y ha trabajado durante años en ONGs como Cruz Roja o asociaciones que tratan drogodependencias. También ha participado como colaborador en tertulias de análisis político y social en televisiones y radios de ámbito provincial o autonómico (Onda Luz, Onda Cádiz, Metropolitan TV Andalucía) y ha sido uno de los responsables de algunos programas de difusión sobre el riesgo del consumo de drogas, como "Una vida por delante" (Radio Guadalete - Sierra de Cádiz) y "Náufragos del sistema" (Onda Cádiz). En 2014, durante la baja médica por una incapacidad temporal causada por una mala praxis en una operación de espalda, fue despedido de su trabajo. Creo que todas estas son razones suficientes para pensar que el autor conoce los temas de los que trata en su libro, ya sea por su experiencia profesional o por la propia historia personal.

Homeless en FaceBook: https://www.facebook.com/homelessleyenda?fref=ts

El libro está disponible por 17,95 € (formato papel) o 5,95 (ebook) en:

- Librerías de toda España.
- Amazon: Formato papel o e-book Kindle
- iTunes: e-book
- La Casa Del Libro: e-book
- Google Play: e-book
- Web de la editorial Punto Rojo
- o a través del propio autor.
Para más información, conferencias o presentaciones, etc... contactad con:
Jose Luis Ruffo.
joseruffo75@gmail.com

Ya me diréis si después de leer esta obra veis el mundo y a sus gentes de otra manera, si de alguna forma os toca la fibra sensible, si os remueve la conciencia, si os hace mejores personas o bien os convierte en monstruos (que todo puede ser).

Salud
AP

jueves, 26 de febrero de 2015

Culonas Reloaded

Mirando las estadísticas de las visitas al blog, vengo observando que el post más leído es el del anuncio de Dodge con música de Deep Purple, con una ventaja de unas 700 visitas respecto al segundo, ventaja que va disminuyendo conforme pasa el tiempo. Pero, curiosamente, ninguno de los lectores de ese post ha tenido nunca a bien escribir un comentario. Vienen a por el logo de Dodge y se van tan contentos.

El segundo post más leído, sin embargo, sí que tiene varios comentarios, y por lo que veo en las fuentes de tráfico, llegan a él buscando precisamente lo que dice el título del mismo: "Culonas", aunque lo que luego encuentren les decepcione un poco. Bueno, pues aprovechando este profundo conocimiento de lo que buscan mis lectores, y también porque a mí me parece bien, aquí está la segunda parte, "Culonas Reloaded". Juzguen ustedes mismos si en esta ocasión el contenido de la entrada hace honor al título o no.

Entrando en el asunto, hace unos meses se armó algo de revuelo con el vídeo-clip del tema "The Motherload" de Mastodon, que recibió incluso su rapapolvo en el diario The Guardian, donde se acusaba al vídeo de sexista. Por supuesto, en los comentarios al vídeo en Youtube hay una buena ración de críticas negativas y positivas.

Bueno, en los '80 solían aparecer pivones en los vídeos de Heavy Metal, aunque creo que es la primera vez que aparecen bailando de esta manera, más propia del Hip-Hop o el Reguetón (o como se escriba eso), como podréis ver al pinchar en el vídeo. Esto también ha traído cola. Si os dais una vuelta por los comentarios, veréis que hay quien no solo tacha al vídeo de sexista sino de racista (¿¿¡¡!!??), hay quien opina que mezclar este tipo de bailes con el Metal denigra a este último género musical, hay quien lo ve como una sátira,... hay de todo.



Después de ver el vídeo, ¿qué opináis? ¿Es sexista y degradante? ¿Es simplemente diversión? ¿Es una sátira sobre la utilización de este tipo de bailes en otros estilos musicales? ¿Es adecuado para la música y el concepto de Mastodon? ¿O le iría más a Mötley Crüe? ¿Pasó la época de mostrar sexo en los vídeo-clips de Metal?

Mi opinión, sin ánimo de influir en la de nadie, es que esta gente ha hecho el vídeo así por pura diversión, y que sabían que iba a dar que hablar, desde luego. Y digo más aún: me parece cojonudo poder disfrutar de estos bailes y estas vistas sin tener que quitarle el volumen al vídeo.

Salud y Mucho Metal
AP

domingo, 11 de enero de 2015

La crisis de los 40

Este año 2015 será el de mi cuadragésimo cumpleaños, y no puedo dejar de lado el comentar algo sobre la tan famosa crisis de los cuarenta, que, según los estudios, afecta de modo diferente a hombres y mujeres, y realmente incide sobre un porcentaje bastante bajo de la población, a pesar de lo que pudiéramos pensar debido a su fama.

Crisis o no, sí parece que a estas edades a muchos nos da por introducir algún tipo de cambio en nuestras vidas, ya sea debido al aburrimiento y la rutina, a intentar hacer algo que dejamos a medias hace años, a buscarle un sentido a la existencia o a cualquier otra causa que pueda tener algún tipo de relación con tener 40 años y andar ya más o menos a mitad del camino del camposanto.

Hay ciertos comportamientos de índole más o menos narcisista o consumista que parece ser que se dan en los hombres a estas edades (de las mujeres hablaremos otro día). Ahí va la lista de tópicos:

- Están los que se compran un coche deportivo, un lujo caro y poco práctico, a mi modo de ver: ¿cómo meto yo a la familia y los trastos en un cacharro de estos para ir de vacaciones a cualquier parte? Claro, que el que se compra un deportivo no tiene ninguna intención de hacer viajes con la familia; más bien es al contrario: su interés estriba en convertirse en un playboy, en el Sony Crockett de la Bahía, dándole gas a su cacharro por la autopista o paseándose despacito por el paseo marítimo, dejando que los ojos de las chavalitas lo sigan al pasar, y anhelando que alguna quiera darse una vueltecita en su buga.


Foto cortesía de  Bay4K Photography

- Por otra parte, tenemos a los que se compran la moto. Este es un grupo muy numeroso, al menos en los ambientes en los que me muevo. Su excusa suele ser buena: con la moto ahorran combustible y llegan antes al trabajo, al ahorrarse muchos atascos. A diferencia de los compradores de coches deportivos, los moteros parecen interesados únicamente en la libertad que les da su burra, menos que en aparentar o conseguir ligues. Desde luego, por regla general una moto sale más barata que un deportivo. De todos modos, tampoco podemos generalizar, ya que, al ser un grupo tan numeroso, también es muy variopinto: Los hay que ya eran aficionados a las motos anteriormente, pero que deciden dar el salto a una máquina de mayor cilindrada; los hay que nunca antes habían conducido una, salvo quizá un Vespino en su adolescencia, y que ahora se sacan el carnet y van cambiando de cilindrada conforme van pudiendo, lo que hace que estén cada dos por tres metidos en portales de compra-venta de motos, agenciándose tal o cual modelo de segunda mano, tras haber despachado la suya; los hay que tienen varias motos en su garaje, les encanta la mecánica y dedican su tiempo libre a cambiar piezas, engrasar cadenas o vete tú a saber qué otras actividades; incluso hay quienes se dejan caer por el circuito de Jerez (o el que sea) para darle unas vueltas y sentir la velocidad en estado puro, aún a riesgo de destrozarse un tobillo (conozco un caso al que le ocurrió esto que digo).


Foto cortesía de J. Hamad Al Tani

- El tercer grupo engloba a los que se buscan una amante. Si el deportivo era un lujo caro, no quiero ni imaginarme por cuánto puede salir lo de echarse una amante. Ciertamente, no recuerdo ahora ningún caso cercano (así de aburrida es mi oficina), así que hablo de oídas (o de "leídas"). Por lo que parece, se trataría de cuarentones aburridos de su señora esposa, cuarentona ella también, que buscan una segunda juventud junto a jovencitas a las que les doblan la edad. Podría tratarse de un señor de los del primer grupo (el del coche deportivo, recordemos) que haya conseguido su objetivo. Pero la amante es algo más que un rollete de una noche o una canita al aire. La amante puede terminar consumiendo más tiempo, más energías, haciendo que el desdichado acabe llevando una doble vida o rompiendo totalmente con la anterior.


Foto cortesía de Osvaldo Pieroni

- El cuarto grupo está integrado por un inmenso colectivo, sólo comparable en su número al de los moteros: los que se meten a hacer running. Esos son los peores. Empiezan por ir a correr al parque de su barrio un par de días a la semana para perder unos kilos y rebajar esa panza cervecera que tantos años les costó modelar, y acaban corriendo maratones o, aún peor, los 101 kilómetros de Ronda o la Doñana Trail Marathon. Además, se conocen al dedillo el catálogo del Decathlon, especialmente el calzado deportivo, y se expresan con vocablos como "pronador" o "supinador", pertenecientes sin duda a algún tipo de lenguaje iniciático, pues no he sido capaz de encontrarlos en el diccionario de la R.A.E. No quiero restringir el grupo únicamente a los corredores de fondo, también incluiré aquí a los ciclistas, a aquellos a los que les da por el montañismo, o el buceo a pulmón, qué sé yo. El caso es que suele tratarse de gente que no ha hecho deporte en su vida (como yo, sin ir más lejos) y que, de repente, se convierten en verdaderos atletas. Lo peor de todo es que, con el advenimiento de las redes sociales y de aplicaciones para dispositivos móviles como Runtastic o Endomondo, nuestros amigos deportistas se pasan el día informándonos detalladamente de cuántos kilómetros han recorrido, en cuanto tiempo, la ruta exacta, el desnivel del terreno, las pulsaciones y un sinfín de datos interesantísimos, sin duda, para su cardiólogo o su entrenador personal, si lo tienen. Hay que reconocer, por otra parte, que aplicaciones móviles como las mencionadas han hecho mucho bien a la salud de los frikis, al acercarlos al deporte y ponerlos a sudar.


Foto cortesía de Carreras runruneo

¿Y el Puli? ¿Qué clase de pamplina gaditana va a hacer el Puli por el cudragésimo aniversario de su llegada al mundo? ¿En qué grupo lo metemos? ¿Se comprará una moto? ¿Dará la vuelta al mundo corriendo sin cambiarse de tenis ni de calcetines? ¿Se meterá a comparsista? Mmmm, no tiene voz para eso, y es más de chirigotas... yo lo pondría a hacer "blam, blam" en un cuarteto.


Foto cortesía de Carlink

Bueno, pues a pesar de que mucha gente opina que, para redondear mi aspecto, sólo me falta (como diría la señora que pone las tostadas en el bar donde desayuno) la "Darly Jávinson" (sic), no van a ir por ahí los tiros: Una vez me monté en una Vespa y estuve a punto de tragarme un muro tras no haber recorrido ni cinco metros, así que las cosas con dos ruedas y motor no son lo mío.

Llevo tiempo haciendo natación, pero son dos días a la semana y no voy publicando mis "logros" en las redes sociales, así que tampoco creo que me puedan incluir en el cuarto grupo que he identificado.

Y de los asuntos caros ni hablamos.

Como parece que la cosa tiene que ir por el lado del consumismo, y como yo debo de ser muy raro para mis cosas, mi intención es comprarme una guitarra en condiciones y retomar lo que dejé hace tantos años (14 ó 15, ahí es nada) por culpa del trabajo, del proyecto fin de carrera y de la flojera; aprender a tocar de modo medianamente aceptable de una vez, y ser capaz de interpretar los temas que llevan todo ese tiempo rondando en mi cabeza. ¿Qué os parece la Epiphone Jeff Waters Annihilation Flying-V? ¿Me dejarán mis hijos tiempo para tocarla, o me la acabarán quitando de las manos?


Foto cortesía de Nacho Criado

Bueno, pues es una idea para regalarme en mi cumpleaños. :-D

Salud y Mucho Metal
AP

Nota al pie: No es mi intención en este artículo el mofarme de los comportamientos de mis coetáneos, ni en su conjunto ni de modo particular. De hecho, siento gran admiración por los que se esfuerzan en superar sus marcas deportivas, incluso un puntito de envidia cochina (algo muy español, por otra parte).

jueves, 1 de enero de 2015

Feliz año

Después de casi 12 meses, aquí estoy intentando retomar el blog.

Estaba ayer pensando en escribir esto, para que no quedase tan solitaria la única entrada de 2014, pero con el lío de la Nochevieja y que desde donde tenía el portátil cargando no pillaba la red Wi-Fi de casa de mis suegros, lo tuve que dejar para hoy.

¡Cuán triste veo el mundillo de los blogs! Todos nos hemos ido pasando a Facebook, Twitter, Whatsapp y demás, y hemos dejado nuestros blogs en favor de la inmediatez de esas plataformas.

Bueno, pues me voy, que mi señora esposa me está metiendo bulla, para variar.


Salud y Mucho Metal para el 2015.
AP

sábado, 25 de enero de 2014

Esta juventud...

Estaba yo esta tarde en la FNAC de Sevilla, repasándome las estanterías de los CD's de Heavy Metal buscando cositas interesantes y a buen precio. Es viernes y además había "día del socio" y 3x2 en música y películas, así que había bastante gente incluso comprando discos, actividad que, según dicen, ha sido abandonada por el pueblo en favor de las descargas por internet.

El caso es que había un par de chavales de veintitantos años husmeando las estanterías del Metal. Hablaban con esa exaltación que da la juventud, con exclamaciones, onomatopeyas y demás. Uno de ellos parecía interesado en el "Imagenaerum" de Nightwish, que estaba a 12 euros en edición especial con 2 CD's póster y no se qué más. Comentaban también algo acerca de un disco de algún grupo de Black Metal de logo ilegible: "estos con este nombre tienen que ser la hostia", "cualquiera lee el logo", y cosas así. Los veía yo ya mayorcitos para dejarse sorprender sólo por el nombre de una banda y una portada atrayente; pero todos hemos pasado por eso en nuestra juventud, ¿verdad? Nos entraban los discos por los ojos y a veces nos llevábamos un chasco al catarlos con el oído. Pero hoy en día, con dispositivos con acceso a internet metidos hasta en el bolsillo, lo más normal sería que estuvieran al tanto de cómo suena esto o lo otro, ¿no?

Yo, mentras tanto, seguía pertrechándome de material fonográfico: un poco de Candlemass por aquí, un par de discos de Opeth por allá, el disco nuevo de Rage con la Lingua Mortis Orchestra (esto no estaba rebajado, no), y acabé cogiendo el "Imaginaerum", que seguía en la estantería. Al cabo de un rato, al volver a pasar por la "N", los chavales se percataron de que alguien se había llevado el disco de Nightwish, mientras uno de ellos comentaba que otro disco que había cogido estaba rallado (se refería a la caja, claro, porque no le podía haber dado tiempo  de escucharlo), y seguían revisando las estanterías. En cierto momento sus ojos se posaron en un disco de Rainbow, un recopilatorio en cuya portada aparecía una foto de la formación clásica, con Ronnie James Dio, Ritchie Blackmore, Cozy Powell... ya sabéis. Lo que me dejó muerto, y de ahí el título del post, fue el comentario que hicieron, digno de la más absoluta ignorancia: "¡Mira qué pinta de jevis tienen estos! ¡Si parecen una panda de gitanos!" "¡Y el nombre del grupo! ¡Rainbow! ¡Como para comprárselo!" "Jiji, jaja".

¡Madrecita! Lo que decía antes de internet... ¿no tenemos sobre la mesa del cuarto y en los bolsillos de los pantalones o de la chaqueta acceso a la mayor cantidad de información que haya existido jamás? Estos jóvenes, tan interesados en el Metal como parecían estar, ¿no han oído hablar nunca de Rainbow? ¿No les suena tan siquiera el nombre, al menos como banda en la que militó Dio? Claro, a lo mejor tampoco saben quién era Dio. Lo veo grave, bastante grave. Aún así, siendo yo como soy un tipo que no se mete demasiado en los asuntos de los demás, los dejé ahí con su ignorancia; aunque tal vez debería haberles señalado la foto, mencionar los grandes nombres que allí había retratados y preguntarles si acaso no los conocían; y de paso hacerles ver que las pintas de los Nightwish también tienen su comicidad, ¡ah! y que el disco me lo había llevado yo.

Bueno, pues aunque sea en diferido, ahí va un poco de Rainbow. "Kill The King" en directo, cuando yo tenía dos añitos, y relativamente cerca de donde yo vivía por aquel entonces.

Si esto no es heavy, pues tenemos un problema con el idioma o algo.


Salud y Mucho Metal
AP

PD: La de tiempo que llevaba yo sin escribir en mi blog...