Esto pretende ser una breve reseña de la edición 2008 del festival Atarfe Vega Rock, al que asistí hace ya unos días. ¿Por qué tardo tanto en hacer una crónica y encima va a ser tan escueta? Como decían los Caiman, "lo veremos en la segunda parte del cuplé".
La verdad es que no escarmiento. En 2005 ya pasamos mucho frío en estas fechas en tierras granadinas y decidí no volver a ir. En 2006 trajeron a Testament y, claro, fui corriendo a verlos. Y este año, como traían a Symphony X, pues otra vez de cabeza a Granada. ¡Qué frío he pasado! ¡Cagonlaleche! Ahora estoy con antibióticos y todo, de como tengo la garganta y el pecho. El año que viene, paso de ir (seguro que traen a Nevermore y otra vez para allá, jeje).
En fin. El evento tuvo lugar en el Coliseo Ciudad de Atarfe, una plaza de toros cubierta, con lo cual la acústica no iba a ser muy buena. Pero es que el viernes fue especialmente mala.
En cuanto a asistencia de público, la cosa estuvo muy muy flojita. No sé si sería por el reiterado aplazamiento del festival (de mayo de 2007 a diciembre de 2007 y luego a marzo de 2008), por la gran cantidad de festivales previstos para este verano (de los que hablaré más extensamente un día de estos) o porque el cartel no resultaba atractivo para el común de los metalheads españoles. El caso es que no vi muchas caras conocidas en el festival. Y menos aún el viernes.
Llegué cuando estaban tocando los thrashers Destruction, y sólo pude ver el final de su actuación. Una lástima, porque eran de lo más interesante del viernes.
Katatonia eran la siguiente banda. No estoy muy metido en su música, así que lo que voy a decir de ellos lo mismo sería diferente si fuera un fan. Y lo que voy a decir es que Katatonia supusieron un bajón en el festival. Su rollo melancólico-depresivo y las presentaciones tan sosas del Sr. Renske no me animaron precisamente a mover la cabeza. Aparte de esto, el sonido fue lamentable.
Kotipelto también sufrió de un sonido bastante malo. Aún así, pudimos apreciar que los jóvenes músicos que le acompañan no están exentos de técnica, en absoluto. Yo destacaría al bajista.
Los que que pudieron disfrutar de mejor sonido fueron los suecos Unleashed. Su Death Metal vikingo sonó potente y compacto, e hizo mover las cabezas (con o sin melena) al público asistente.
Cambiando completamente de tercio, los hard rockeros melódicos Danger Danger ofrecieron un espectáculo que perdió algunos puntos debido, de nuevo, al mal sonido. En el caso del guitarrista (Rob Marcello, creo que se llama), no me esperaba una técnica tan depurada para una banda con un estilo tan comercial. Estuvo bien.
Por fin, cuando pasaban 35 minutos de la medianoche, hicieron su aparición las grandes estrellas de la velada: los incombustibles Saxon. A pesar de que parece que vivan en España, por la cantidad de veces que vienen a tocar por aquí, era sólo la segunda vez que los veía, y no me defraudaron en absoluto. Ofrecieron un repertorio bastante diferente del que recuerdo de aquel Metal Mania 2003 en Villarrobledo, presentando su último disco hasta la fecha ("The Inner Sanctum", de lo mejorcito del 2007) sin olvidar sus clásicos ("Crusader", "Wheels Of Steel", "747 Strangers In The Night", ya sabéis). De hecho, se trajeron para la ocasión el águila de luces, que hacía veintitantos años que no pisaba suelo español, y que hizo su aparición cuando interpretaron "The Eagle Has Landed".
Para terminar la velada, con bastante retraso respecto al horario estipulado, y con una temperatura bastante baja para mi gusto (4 ó 5 grados hacía en la calle, poco más en el interior del recinto), aparecieron en escena los pioneros del Black Metal noruego, los siempre polémicos Mayhem, que me decepcionaron hasta tal punto que abandoné el recinto a mitad de la actuación. Mucho ruido (nunca mejor dicho) y pocas nueces. Luego me enteré de que el guitarrista se había estado pasando con ciertas sustancias en el camerino y que sus compañeros habían tenido que darle una paliza para espabilarlo. Gente poco profesional que hay en el mundo, y con poco respeto hacia su público. ¡Que les den!
Total, que el viernes me acosté cerca de las 4 de la madrugada, reventado, muerto de frío y con los tenis llenos de albero, que para eso había estado en una plaza de toros.
Otro día os cuento lo del sábado.
Metal
AP
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