Espacio web dedicado a lo que al Sr. Pulido se le pase por la cabeza.
Si alguien duda de esto, es que no ha vivido en Sevilla.
Jeje. Anda que no.Por cierto, respecto a la visión geográfica de los susodichos:- Todo lo que esté de las murallas para afuera es "pueblo".- ¿Sevilla Este? Eso es Córdoba (o un barrio obrero, depende de quien lo diga).- Sevilla tiene playa (Matalascañas, Chipiona...). Lo que no te cuentan es que se comen hora y media de atasco para llegar o salir...- ¿El Aljarafe? Eso son las montañas (esta es genial).
¿En serio hay gente así por el mundo?! Si me lo dices tu, y con conocimiento de causa te creo, pero, vamos no me jodas, que hay que ser muy cazurro para comprar los libros por el color para rellenar la librería... en fin, vaya gente.Un abrazo
Respecto a los libros, no es sólo el color, que el tamaño también es fundamental, jajaja. El día que vi a la persona de la que hablamos diseñándose la estantería del salón (que le iba a quedar muy bonito, eso sí) me extrañó que pusiera tantos libros, y creo recordar que hice un comentario sobre los mismos y me confirmó, sin ningún pudor, que los iba a comprar de determinado color y tamaño para colocarlos en su nueva estantería. La cara que se me quedó cuando escuché aquello debe ser parecida a la que se te ha quedado a ti al leerlo; pero esta persona no bromeaba, hablaba completamente en serio.Del otro personaje (el que se gastó un pastazo en tres libros en una tienda de anticuario) nunca esperé que se interesara por la literatura, y me extrañó que se gastase tanto dinero en libros, aunque está claro que no pensaba leerse un misal en latín del siglo XIX, ni una gramática española de la misma época, ni nada que no fuera a reportarle beneficios económicos a corto plazo.Estos dos no eran mala gente, no quiero que se me malinterprete, pero distaban mucho de ser un ejemplo de cultura y educación, a pesar de tener títulos universitarios y tal.
Buena parodia.En cuanto a los libros de colores, mira la explicación del Marqués de Tamarón, que se ha leído unos cuantos.
Muy bueno el artículo del Marqués, sí señor.
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6 comentarios:
Si alguien duda de esto, es que no ha vivido en Sevilla.
Jeje. Anda que no.
Por cierto, respecto a la visión geográfica de los susodichos:
- Todo lo que esté de las murallas para afuera es "pueblo".
- ¿Sevilla Este? Eso es Córdoba (o un barrio obrero, depende de quien lo diga).
- Sevilla tiene playa (Matalascañas, Chipiona...). Lo que no te cuentan es que se comen hora y media de atasco para llegar o salir...
- ¿El Aljarafe? Eso son las montañas (esta es genial).
¿En serio hay gente así por el mundo?! Si me lo dices tu, y con conocimiento de causa te creo, pero, vamos no me jodas, que hay que ser muy cazurro para comprar los libros por el color para rellenar la librería... en fin, vaya gente.
Un abrazo
Respecto a los libros, no es sólo el color, que el tamaño también es fundamental, jajaja. El día que vi a la persona de la que hablamos diseñándose la estantería del salón (que le iba a quedar muy bonito, eso sí) me extrañó que pusiera tantos libros, y creo recordar que hice un comentario sobre los mismos y me confirmó, sin ningún pudor, que los iba a comprar de determinado color y tamaño para colocarlos en su nueva estantería. La cara que se me quedó cuando escuché aquello debe ser parecida a la que se te ha quedado a ti al leerlo; pero esta persona no bromeaba, hablaba completamente en serio.
Del otro personaje (el que se gastó un pastazo en tres libros en una tienda de anticuario) nunca esperé que se interesara por la literatura, y me extrañó que se gastase tanto dinero en libros, aunque está claro que no pensaba leerse un misal en latín del siglo XIX, ni una gramática española de la misma época, ni nada que no fuera a reportarle beneficios económicos a corto plazo.
Estos dos no eran mala gente, no quiero que se me malinterprete, pero distaban mucho de ser un ejemplo de cultura y educación, a pesar de tener títulos universitarios y tal.
Buena parodia.
En cuanto a los libros de colores, mira la explicación del Marqués de Tamarón, que se ha leído unos cuantos.
Muy bueno el artículo del Marqués, sí señor.
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