Por si fuera poco, a pesar de que al parecer la Casa Real dio su visto bueno al libro, posteriormente ha publicado un comunicado en el que afirma que lo que el contenido el libro es inexacto, que la reina no opina esto o aquello y demás. Todo para aumentar la publicidad gratuita para esta obra.En definitiva, las opiniones de esta persona deben ser irrelevantes para los ciudadanos, así como para los medios de comunicación. Lo que están consiguiendo estos últimos es crear una cortina de humo para que los ciudadanos nos entretengamos en hablar de esto en lugar de preocuparnos por todo lo que se nos viene encima con la crisis financiera internacional en la que estamos metidos y de la que no está muy claro cuándo saldremos. A la par, consiguen darle bombo al libro de la señora Pilar Urbano, que verá cómo sus ventas crecen como la espuma y dará todo el dinero, como supernumeraria que es, al Opus Dei.
Mi recomendación, queridos lectores, es que paséis del tema (aunque yo no he podido resistirme a escribir este breve comentario) y os preocupéis de otras cosas. Y, desde luego, sabiendo a dónde va a ir a parar vuestro dinero, no compréis el libro de Pilar Urbano. Invertid vuestro dinero en el último disco de Vintersorg, por ejemplo. Disfrutaréis más y no sentiréis tanta crispación.
Salud y Bolitas al Queso
AP
Nota: A efectos de posibles derechos que puedan tener sobre la foto que he puesto, diré que pertenece a la Agencia EFE y que la he tomado de El País.
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3 comentarios:
Gracias por la advertencia, yo ya iba a salir corriendo pa comprarme el libro...
Eso de que alguien de la Casa Real (que es la más irreal de todas las casa) "esponsorice" un libro de una muchacha como la Pilar Urbano esa ¿no está o debería estar prohibido por ley? Lo próximo es que salga la mujer del rey en un anuncio de un cilicio para mortificarse o de compresas Tena Lady.
Pienso que la mujer tiene derecho a opinar, aunque debería de tener cuidado con lo que dice por su repercusión. Por otra parte siempre ha sido superdiscreta, no sé por qué a los 70 años ha decidido cambiar.
El tema de que tenga o no derecho a decir ciertas cosas se da a mucho debate y discusión (no hay más que ver la tertulia política que hay en Cuatro a las dos menos cuarto). Lo que pretendo dejar claro con mi artículo es que toda la discusión que se ha levantado alrededor de este asunto no es más que una distracción para que la gente no se fije en cosas más graves que están sucediendo. Aunque si todo este debate nos lleva a quitar de enmedio a la monarquía e instaurar una República como está mandado, pues mucho mejor.
Por cierto, ¡qué imagen la del Rafa corriendo al Corte Inglés a comprarse el libro de la señora esta! Jajaja.
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