Recientemente se ha desatado cierta polémica respecto a unas palabras de una diputada del PP catalán en las que se mofaba del acento de la ministra de Fomento, que es andaluza y se expresa de acuerdo a la norma atlántica del español. La citada diputada popular, Montserrat Nebrera, dijo algo así como:
"Tiene un problema esta buena mujer y es que tiene un acento que parece un chiste, tiene un problema de comunicación, que se aturulla y hace un lío. Yo que algunas veces cuando llamo a Córdoba y oigo desde algún hotel que me contestan y no acabo de entender, porque si no estás avezado en hablar en andaluz normalmente pues te cuesta, imagínate cuando además el problema es de comunicación siendo andaluza".
Como si los catalanes no tuvieran un acento "gracioso" cuando hablan castellano... En fin. No veo mal hacer bromitas con los colegas sobre el acento de unos y otros y demás, pero los políticos deberían dedicar su tiempo y sus palabras a asuntos más fructíferos que andar ridiculizando el acento de unos 8 millones de andaluces.
De todas maneras, el colmo del desprecio hacia la ministra viene en las palabras "¿Por qué el señor Chaves se quitó de encima a esta cosa y la colocó en el Gobierno?". Está feo, señora Nebrera, llamar "cosa" a una persona, aunque no sea de su partido político o de su comunidad autónoma.
Podéis escuchar a la Montse (pongo el artículo determinado delante del nombre propio siguiendo la costumbre catalana, para que se sienta como en casa) a continuación, si os apetece:
Después de que incluso desde su propio partido hayan pedido su cabeza, ha intentado excusarse diciendo que se refería al "tono" y no al "acento" de la ministra. Y me alegro de que la derecha andaluza haya reaccionado pidiendo a Nebrera que abandone su partido. Se estaba riendo de demasiados votantes, claro.
En definitiva, esta señora lo que le ha hecho es un favor a Magdalena Álvarez al desviar la atención de los verdaderos problemas de la infraestructuras en España. Pero como esta es mi bitácora y hablo de lo que me da la gana, pues paso de escribir sobre el caos en Barajas y los atascos en Madrid por la nevada del fin de semana de marras, y dejo que me salga la vena nacionalista y me pongo a reivindicar nuestro derecho a hablar la norma atlántica en las distintas modalidades que tiene en Andalucía, que somos aproximadamente el 20% de la población del Estado y somos de los que menos ruido damos, ¡¡¡cohonê!!! De esto ya se dio cuenta Ortega y Gasset en su "Teoría de Andalucía" (1927).
"Andalucía, que no ha mostrado nunca pujos ni petulancias de particularismo; que no ha pretendido nunca ser un Estado aparte, es, de todas las regiones españolas, la que posee una cultura más radicalmente suya."
El andaluz no es una lengua de catetos, por mucho que nos hayan intentado hacer creer lo contrario. ¿O llamaríais catetos a Picasso, Lorca, Velázquez, Machado, Alberti, Celestino Mutis, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, Bécquer, Murillo, Julio Romero de Torres, Andrés Segovia, o el mismísimo Rafa el Teleco? No, ¿verdad? Para el que no lo sepa (como la Montse), el andaluz es el origen de todo lo que se conoce como norma atlántica (el español que se habla en Andalucía, Canarias y los países hispanoamericanos), en contraposición con la norma castellana, que es la que se habla en Castilla y zonas aledañas. Aunque bien es cierto que no podemos hablar de un único dialecto andaluz, puesto que las diferencias son muy notables de un extremo a otro del territorio.
Y ya que estamos con estos temas, ¿por qué los medios de comunicación marginan tanto una forma de hablar que es empleada por un 20% de la población aproximadamente? No sólo los de ámbito nacional, en los que el andaluz queda relegado a personaje secundario graciosillo o al acento de la chacha (véase "Médico de Familia", un poné), sino incluso en la televisión autonómica, Canal Sur, donde mayoritariamente se emplea la norma castellana o una especie de andaluz "estándar" basado en el sevillano descafeinado. No en vano Canal Sur es conocido como "Tele Sevilla" en el resto de Andalucía (y no es sólo por el acento).
Bueno, vamos a dejarlo ya por hoy. Quien quiera saber más, puede leerse un artículo de Luis Carlos Díaz en este enlace.
Salut pa la Montse
AP
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Hace 3 meses
3 comentarios:
Yo voy más allá y reivindicaría, yo defiendo el uso del "me se", y el decir "cloqueta", "rampla", etc. Si són más fáciles de decir, ¿por qué no la usamos? Las "lenguas vulgares" (como el castellano), surgieron así; si no, estaríamos todavía hablando Latín. Todo lo que comento sería la base de una nueva lengua (nos faltaría una gramática, pero eso con el tiempo ya se improvisará algo). Esta lengua, por supuesto sería obligatoria en las convocatorias de oposiciones para la Junta y para todas las relaciones con la administración.
Anda que no...
Referente a "rampla", ¿eso qué es lo que es? Es que no estoy muy avezado en cordobés, jaja.
Respecto a la gramática, ya he visto yo por internet gente escribiendo con una grafía muy curiosa para reflejar los giros del andaluz. Mira entre los comentarios del siguiente artículo:
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2124
La verdad es que, acostumbrado a escribir en la norma castellana, resulta complicado entender ciertas cosas, pero es cuestión de aprendizaje.
La lengua debería ser algo vivo y cambiante, no algo rígido. Como bien dice Rafa, si la gente lo dice así, debería empezar a usarse. Es la lengua la que está al servicio de la gente y no al revés.
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